Prometido es deuda
and again: en-cons-truc-ción
si hay críticas me las re banco y agradezco
1. Alberto
A los jóvenes los disfrazaron de viejos y a los viejos nos tocó hacer de muertos. Yo no sé para qué será que nos maquillaron tanto si después nos iban a tapar hasta arriba con sábanas blancas y la idea era llevarnos al cuarto heladera.
¿A qué venía todo esto? Ah, sí, que le especificaba, para que no vaya a pensar lo que no es, que ver, lo que se dice ver, yo no vi nada, a lo sumo vi con los odios, o escuché con la mirada. No. Quiero decir: lo que sé, se lo cuento de oído y sabrá entender que el mío se haya desafilado un tanto con los años.
Le decía entonces: A los jóvenes los disfrazaron de viejos y a los viejos nos tocó hacer de muertos. Eso estaba claro. Pero lo que es seguro es que los bomberos iban a interpretar a los bomberos. Y se ve que ahí se armó la podrida y por eso ahora usted me está cuestionando y yo le estoy respondiendo. ¿sí? No se vaya a confundir. Yo no estoy muerto, soy viejo nomás. Es importante que entienda esa lógica para poder entender lo que le voy a contar.
Era todo como un juego y pagaban bien. Tampoco soy artista, uno interpreta algún que otro Marlon Brandon en la ducha, lo normal, pero nada más.
Las más lindas eran las psicólogas con sus trajecitos sastre y sus chalecos para la ocasión. Los doctores, me queda la duda, yo no sé si eran de verdad o mentira, debe ser que sí porque revivieron a uno de los jóvenes que hacía de muerto. O de viejo. Ay, ahí, se me vuelve a escapar. Debe ser que me agarró el shock, el postraumático le quiero decir.
Aunque le confieso que es ahí que se me vuelve a armar matete: a qué tanto shock si esta no fue catástrofe verdadera. Eso es lo que le estoy queriendo decir. Fue nomás un ensayo general, un ensayo para por si, un simulacro. Como en las películas: suena un timbre y todos salen rapidito pero sin correr por las escaleras. Por lo general todo concluye en que tendrían que haber tardado veinte segundos menos y que si no, estarían todos fritos. Pero ahí se queda, en anécdota. Y pues eso fue lo más sorprendente de todo: lo inesperado, la sensación inexorable de tiro por la culata. “Mejor prevenir que curar” decía mi madre y, de no ser por como sucedieron las cosas yo me hubiese visto obligado a darle la razón.
Capaz si no hubiesen sido tan pretenciosos, por ahí, qué digo por ahí, seguro que ahora ese pobre hombre estaba teniendo una tranquila cena con su esposa, cinco o seis hijos, perro, qué se yo. Pero no tuvo tanta suerte. Se encontraban presentes el gobernador y su esposa, y eso cambió todo. Perdieron el horizonte, se les subieron los humos: en vez de aprovechar y usar los pacientes mismos del hospital, contrataron gente, y así con todo, que el trajecito del policía, que el estetoscopio y no sé qué cuánto.
Yo no me puedo olvidar de la que para mí se llamaba Marta. Era de las enfermeras pero de las de verdad ¿vio las que salen en los cartelitos con un dedo en la boca así? Bueno, esas. Ella ya era muy experimentada en esto de las catástrofes pero de las de verdad ¿vio las que salen en los diarios? ahí tiene.
Cuando vio el fuego se puso como loca. ¿Cómo dice? Sí, sí, algo arman, para imprimirle realismo. Pero lo que la puso loca no fue el fuego en sí mismo, sino que junto al fuego hubiese un comando entero de bomberos con camión y todo. ¿Por qué se enteran los de rojo antes que yo, si soy yo, no los bomberos, quien corre peligro mortal?
Y yo le digo que si no fuese por cómo terminaron resultando las cosas, me hubiese visto obligado a darle la razón.
2º Berenice
Yo tengo un caballito de mar que me dice el tiempo. Digo, tengo un caballito de Mar del Plata, que según el clima agarra y cambia de color.
Aunque últimamente me anda fallado. Será que las mascotas se parecen a sus dueños lo voy a tener que sacrificar.
Me presento. Mi nombre es Amelia Buenavista, y manejo un curso avanzado de lectura de borra de café instantáneo y filtro, soy la inventora de la tirada de Tarot a mazo marcado, y tengo la patente en el país de la flamante bola de cristal de Durex, incluidas las fallas de funcionamiento corregidas y el packaging hindú.
Pero no sólo soy una mujer de negocios. Además, premoniciono. Me es natural el advenimiento de resultados de toda índole de aquí a 2047, no sólo embarazos y divisiones sino también Prode, quini6…
Las baldozas flojas, en épocas de lluvia, parecen rehuir de mis pisadas. Y si quiero, levito. Prendo la televisión y vengo a agarrar el programa de Sofovich, en el preciso día en el que un mismo concursante corta dos veces la manzana en dos con diferencia de cero gramos entre mitad y mitad y entre mitad y mitad respectivamente.
Es como si la magia me brotase de las axilas.
Pero, como solía decir mi padre “Puede fallar, puede fallar”
Del peligro, yo no avisé porque no tuve noticia. Qué quiere que le diga, el fuego puede iluminar o quemar. Es un juego peligroso el fuego, y uno se puede hacer pis en la cama.
El fuego aparece en siete de los arcanos mayores. Cinco veces en forma de sol, dos en forma de fuego, una como cola del diablo, otra derrumbando la torre de Babel. El fuego devorador, pasión exaltada, pequeño y sin humos, ternura y necesidad, de mal quemar, traiciones o problemas, cuerpo y espíritu.
Dice Ray Bradbury, el espécimen “bom”-“bero”, traducción “hombredel”-“fuego”, sufre una mutación natural que lo convierte de detractor en autor. Su lucha permuta en aceptación y de amigo del agua pasa a admitir su verdadera esencia y se vuelve uno con el fuego.
Esa es mi versión de los acontecimientos ¿respondí más o menos a su pregunta se terminó ya el café, me deja chusmear? Ay, qué pena, me lo raspó todo con la cucharita ya no sirve.
si hay críticas me las re banco y agradezco
1. Alberto
A los jóvenes los disfrazaron de viejos y a los viejos nos tocó hacer de muertos. Yo no sé para qué será que nos maquillaron tanto si después nos iban a tapar hasta arriba con sábanas blancas y la idea era llevarnos al cuarto heladera.
¿A qué venía todo esto? Ah, sí, que le especificaba, para que no vaya a pensar lo que no es, que ver, lo que se dice ver, yo no vi nada, a lo sumo vi con los odios, o escuché con la mirada. No. Quiero decir: lo que sé, se lo cuento de oído y sabrá entender que el mío se haya desafilado un tanto con los años.
Le decía entonces: A los jóvenes los disfrazaron de viejos y a los viejos nos tocó hacer de muertos. Eso estaba claro. Pero lo que es seguro es que los bomberos iban a interpretar a los bomberos. Y se ve que ahí se armó la podrida y por eso ahora usted me está cuestionando y yo le estoy respondiendo. ¿sí? No se vaya a confundir. Yo no estoy muerto, soy viejo nomás. Es importante que entienda esa lógica para poder entender lo que le voy a contar.
Era todo como un juego y pagaban bien. Tampoco soy artista, uno interpreta algún que otro Marlon Brandon en la ducha, lo normal, pero nada más.
Las más lindas eran las psicólogas con sus trajecitos sastre y sus chalecos para la ocasión. Los doctores, me queda la duda, yo no sé si eran de verdad o mentira, debe ser que sí porque revivieron a uno de los jóvenes que hacía de muerto. O de viejo. Ay, ahí, se me vuelve a escapar. Debe ser que me agarró el shock, el postraumático le quiero decir.
Aunque le confieso que es ahí que se me vuelve a armar matete: a qué tanto shock si esta no fue catástrofe verdadera. Eso es lo que le estoy queriendo decir. Fue nomás un ensayo general, un ensayo para por si, un simulacro. Como en las películas: suena un timbre y todos salen rapidito pero sin correr por las escaleras. Por lo general todo concluye en que tendrían que haber tardado veinte segundos menos y que si no, estarían todos fritos. Pero ahí se queda, en anécdota. Y pues eso fue lo más sorprendente de todo: lo inesperado, la sensación inexorable de tiro por la culata. “Mejor prevenir que curar” decía mi madre y, de no ser por como sucedieron las cosas yo me hubiese visto obligado a darle la razón.
Capaz si no hubiesen sido tan pretenciosos, por ahí, qué digo por ahí, seguro que ahora ese pobre hombre estaba teniendo una tranquila cena con su esposa, cinco o seis hijos, perro, qué se yo. Pero no tuvo tanta suerte. Se encontraban presentes el gobernador y su esposa, y eso cambió todo. Perdieron el horizonte, se les subieron los humos: en vez de aprovechar y usar los pacientes mismos del hospital, contrataron gente, y así con todo, que el trajecito del policía, que el estetoscopio y no sé qué cuánto.
Yo no me puedo olvidar de la que para mí se llamaba Marta. Era de las enfermeras pero de las de verdad ¿vio las que salen en los cartelitos con un dedo en la boca así? Bueno, esas. Ella ya era muy experimentada en esto de las catástrofes pero de las de verdad ¿vio las que salen en los diarios? ahí tiene.
Cuando vio el fuego se puso como loca. ¿Cómo dice? Sí, sí, algo arman, para imprimirle realismo. Pero lo que la puso loca no fue el fuego en sí mismo, sino que junto al fuego hubiese un comando entero de bomberos con camión y todo. ¿Por qué se enteran los de rojo antes que yo, si soy yo, no los bomberos, quien corre peligro mortal?
Y yo le digo que si no fuese por cómo terminaron resultando las cosas, me hubiese visto obligado a darle la razón.
2º Berenice
Yo tengo un caballito de mar que me dice el tiempo. Digo, tengo un caballito de Mar del Plata, que según el clima agarra y cambia de color.
Aunque últimamente me anda fallado. Será que las mascotas se parecen a sus dueños lo voy a tener que sacrificar.
Me presento. Mi nombre es Amelia Buenavista, y manejo un curso avanzado de lectura de borra de café instantáneo y filtro, soy la inventora de la tirada de Tarot a mazo marcado, y tengo la patente en el país de la flamante bola de cristal de Durex, incluidas las fallas de funcionamiento corregidas y el packaging hindú.
Pero no sólo soy una mujer de negocios. Además, premoniciono. Me es natural el advenimiento de resultados de toda índole de aquí a 2047, no sólo embarazos y divisiones sino también Prode, quini6…
Las baldozas flojas, en épocas de lluvia, parecen rehuir de mis pisadas. Y si quiero, levito. Prendo la televisión y vengo a agarrar el programa de Sofovich, en el preciso día en el que un mismo concursante corta dos veces la manzana en dos con diferencia de cero gramos entre mitad y mitad y entre mitad y mitad respectivamente.
Es como si la magia me brotase de las axilas.
Pero, como solía decir mi padre “Puede fallar, puede fallar”
Del peligro, yo no avisé porque no tuve noticia. Qué quiere que le diga, el fuego puede iluminar o quemar. Es un juego peligroso el fuego, y uno se puede hacer pis en la cama.
El fuego aparece en siete de los arcanos mayores. Cinco veces en forma de sol, dos en forma de fuego, una como cola del diablo, otra derrumbando la torre de Babel. El fuego devorador, pasión exaltada, pequeño y sin humos, ternura y necesidad, de mal quemar, traiciones o problemas, cuerpo y espíritu.
Dice Ray Bradbury, el espécimen “bom”-“bero”, traducción “hombredel”-“fuego”, sufre una mutación natural que lo convierte de detractor en autor. Su lucha permuta en aceptación y de amigo del agua pasa a admitir su verdadera esencia y se vuelve uno con el fuego.
Esa es mi versión de los acontecimientos ¿respondí más o menos a su pregunta se terminó ya el café, me deja chusmear? Ay, qué pena, me lo raspó todo con la cucharita ya no sirve.
10 Comentarios:
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Megabueno. A veces para reir y a veces para reir. La habilidad de esquivar baldosas flojas es el tipo de magia que uno encuentra en las axilas. Mncantó.
jaja, ya no sirve...
you get them girl! muy bueno, la pasé bien y ¿qué más se puede pedir de una seria de caracteres ordenados en líneas y en párrafos?
¿cuándo nos vas a deleitar con uno de tus esporádicos y brillantes retornos?
dale che
Qué plato!
Qué ocurrencia!
Cuánta imaginación!
Siga escribiendo Doña!
Le queríamos seguir leyendo!
pará, pará. ¿te pensás que por cambiar los colorcitos de la página vamos a creer que escribiste algo nuevo?
camón, ariela, y ¿cuándo nos vemos?
Esas cortinas son nuevas?
o mejor dicho:
pará, pará. ¿te pensás que por cambiar los colorcitos de la página vamos a creer que escribiste algo nuevo?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Suprimí una entrada pero no lo hice! las nuevas cortinas tienen vida propia! Miedo!
JURO que antes o después del domingo voy a publicar algo y lo que es mejor, algo que me gusta.
Podemos vernos antes o después del domingo... ya veremos.
(igual las nuevas cortinas me hacen sentir de lo más popular, 8 comentarios es bocha pour moi)
che, yo quiero decir que fui la primera de todas en comentar de las cortinas, pero me equivoqu� y lo puse en el ante�ltimo post en vez de en este.
Solo lo aclaro porque realmente me hace sentir mas importante que el resto de las personas.
Vagina... yo lo dije primero.
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