jueves, mayo 29, 2008

La vuelta del cualquieblog-descontractú

Morimos vidas cortadas con sangre, eso es inevitable, no me preocupa. Pero que vivamos muriendo cortados de leche, que dejemos que el tiempo hable por nosotros: eso es lo siniestro.
Sospecho que la vida es acordarte de ese helado que dejaste en la heladera hace tres días, para llegar luego a la cocina, agarrar una cuchara, abrir la puerta del freezer, y encontrarte con que el helado ya no es.
La providencia es narradora más magnánima que todos los libros que entran en mi casa. Y más tragicómica que dreyer y chaplin juntos.
Las decisiones más difíciles son las aparentemente sencillas: cuando me-da-lo-mismo se enfrenta con me-da-lo-mismo, no hay desempate que valga.